Etapas de la meditación

Etapas de la meditación -The-Source.

En las etapas de la meditación quiero contaros sobre algunos momentos o etapas que vivirás durante tu práctica de meditación. Este artículo es una ampliación del artículo fases de la meditación. En ese artículo os contaba los 3 estados que suelen atravesarse al principio. En este quiero profundizar en el camino una vez iniciada la práctica. Si estás pensando en comenzar a meditar, o ya lo estás haciendo, quizás te interese conocer que es lo que puedes esperar o como puede afectarte.

La primera etapa de la meditación: La Respiración.

La respiración es la parte más importante de nuestra vida y también es una de las más importantes en la meditación. Como ya sabes, el cuerpo humano está habituado a respirar en “piloto automático, esto hace que no controlemos conscientemente la respiración. El proceso autónomo libera energía y atención para otro tipo de procesos que necesitamos realizar como parte de la existencia. Sin embargo, volver a recuperar el control y la consciencia sobre la respiración es esencial para comenzar a meditar.

A través de la acción sobre la respiración tocamos de lleno el sistema nervioso. Las primeras investigaciones que se realizaron para comprender desde un punto de vista científico el impacto de la meditación, comenzaron analizando los efectos de la respiración en yoguis. Desde le principio se observo que la respiración tenía un papel fundamental en la meditación.

Romper el automatismo

Cuando ponemos la atención en a la respiración rompemos el comportamiento automático. A partir de ahí podemos inducir voluntariamente el estado de calma en el cuerpo creando un medio que es propicio para meditar.

Pero más allá de aprender a relajar física, mental y emocionalmente, la atención controlada de la respiración ejerce un poder mayor al doblegar el impulso involuntario. Cuando alteras el ritmo de la respiración aplicando la atención consciente, le estás diciendo a tu cuerpo y en particular a tu mente: “yo tengo el control ahora.”

Esta parte es esencial. Como la mayor parte de los comportamientos se producen de forma subconsciente, con el control de la respiración se abre una brecha que permitirá comenzar a ejercer un mayor control sobre la mente y el subconsciente. De esta manera, se abre una ventana o una posibilidad para comenzar cambiar todo aspectos subconscientes que puede que no te beneficien.

Familiarizarse con la respiración consciente

En esta etapa lo fundamental es aprender a relacionarse con uno mismo a través de la respiración. Observar sus tiempos, su ritmo, su desarrollo en nuestro interior y comprender el impacto que tiene sobre todo nuestro Ser.

La segunda etapa de la meditación: La Desconexión

En esta etapa de la meditación se produce una especie de separación entre lo que somos actualmente y lo que queremos ser. Esta fase te estimula a dejar atrás los patrones vividos anteriormente. En concreto esta etapa se caracteriza por la revelación de una verdad que estaba en ti pero que no habías contemplado hasta ahora.

De esta manera, el tiempo de meditación se convierte en un espacio de observación en el que comienzas descubrir aspectos de ti mism@ inadvertidos o que ni siquiera te habías cuestionado pero que a medida que meditas, adquirirán una relevancia nueva para ti.

La meditación produce una desconexión del piloto automático en el que nos desenvolvemos la mayor parte del día.

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Inevitablemente esta desconexión trae consigo un aumento indudable del nivel de consciencia, tanto de uno mismo y del lugar que se ocupa en el mundo como de todo lo que gira alrededor de uno mismo.

La meditación te desconecta de lo recurrente, para que comiences a construir un nuevo TU, pero esta vez desde el conocimiento auténtico y verdadero de tu Ser.

La tercera etapa de la meditación: La Sencillez

A medida que meditas aprendes a simplificar. Esta simplificación abre en tu vida una etapa de sencillez. La meditación no predica que dejes todo y te retires al campo a vivir en soledad. Esto solo será relevante para algunas personas, el resto necesitamos seguir viviendo en el mismo contexto en el que estamos, pero es muy posible que necesitemos hacer algunos cambios, para encajar mejor y de una forma más natural.

La meditación te propone algo con muchísimo valor: que no te desgastes en cosas que no son importantes. Meditar te sugiere profundizar en el conocimiento de ti mismo para eliminar todo aquello que es superficial, lo que rellena y no aporta nada significativo, pero que te aparta de lo más importante que eres tú mism@.

La meditación te ayuda a descartar y agudiza tu discernimiento

En este sentido, a medida que meditas, entras un proceso de descarte que inevitablemente aportará sencillez a tu vida. Toda esta energía y tiempo que liberas deshaciéndote de numerosos aspectos superficiales hace que te reenfoques para conectar con tu propósito y la expansión de tu máximo potencial como ser humano. Con la meditación afinas tu sentido del discernimiento, ofreciéndote claridad y dirección.

Observa qué lugar ocupa la meditación en tu vida y/o porqué has llegado hasta ella. En ningún momento deberías plantear la meditación como una vía de escape, un escondite o quizás otro elemento de relleno superficial. Es muy fácil caer en esto simplemente por costumbre. Es así como hemos aprendido a rellenar nuestros vacíos. Si ya meditas, trata de observar o revisar que cambios van ocurrido en ti.

Medita sin expectativas, pero con indicadores

Aunque hay que dejar que la meditación vaya obrando su efecto sin establecerse expectativas; tienes que tener en cuenta que la meditación es efectiva si transforma. Por tanto, es necesario ir observando tu progreso, cómo vas cambiando y transformándote.

Traer a tu vida sencillez es uno de los indicadores. Pero no porque alguien te lo recomiende. Todo tiene que partir del convencimiento propio de que es lo que quieres dejar atrás por que ya no te sirve. Tienes que ser tu mism@ quien atravieses este proceso. Será tu propia experiencia y circunstancias las que determinarán la mejor manera de rediseñar tu vida.

La cuarta fase de la meditación: El Aprendizaje

Meditar, en sus primeras etapas, requiere que aprendas a conocerte mejor. No se trata de que encuentres la respuesta a tus dudas existenciales en la primera sentada. Más bien que te acerques a ti mism@ con curiosidad, sin juicio y con ganas de aprender a comprenderte mejor.

Con el tiempo irás resolviendo todas las cuestiones iniciales y surgirán nuevas para las que tendrás que buscar respuestas. Abordar el conocimiento de uno mism@ puede ser, a veces, complicado e incluso abrumador, pero es imprescindible. Solo así podrás crear bienestar y la felicidad duradero.

¿Conoces el coche que conduces?

Por ponerlo de una forma figurativa, en esta etapa de la meditación, tienes que conocer a fondo el coche que conduces. La meditación te ayudará a profundizar en tus estados psicológicos, emociones, reacciones, expectativas y/o patrones de comportamiento.

Este aprendizaje hará conscientes muchos mecanismos que hasta ahora operan en piloto automático y que son invisibles para ti. Comenzarás a verlos cuando te pares, observes y te cuestiones.

Probablemente, no hay un único camino para alcanzar el destino que deseas, pero lo único que te permite alcanzarlo manteniendo en equilibrio, respetando tu bienestar y garantizando una buena salud mental es conociéndote a fondo, conociendo el coche que manejas.

Solo con este aprendizaje de ti mism@ podrás comenzar a soltar y a transformarte. Con paciencia, confianza, perseverancia y mucho amor a ti mism@ conseguirás cambiar todo aquello que necesites. Solo tienes que darte la oportunidad de querer conseguirlo.

La quinta fase de la meditación: La Aceptación

Durante la fase de aprendizaje vas a desarrollar un conocimiento más profundo de ti mism@ y a la vez que atraviesas todo ese descubrimiento personal paralelamente vas comenzar a deslizarte por otra etapa que es la de la aceptación.

Es importante que todo, hasta el más mínimo detalle, que surja durante este proceso, lo aceptes sin juzgarlo y sin juzgarte. Nuestra mente se pasa todo el día juzgando, categorizando, etiquetando. Es la forma que tiene de mantener todo bajo un control aparente. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones es un control ficticio, una forma de separarse para mantenerse a salvo.

Interiorizar la fase de aceptación es crucial para ir superando etapas. Nuestras sombras, las partes que no nos gustan o que no comprendemos necesitan salir a la luz, ser comprendidas y aceptadas. No ayuda el reprimirlas y hacer como que no existieran. Solo cuando se aceptan, se reconocen y se conocen en profundidad ofrecen la posibilidad de transformarse.

La sexta fase de la meditación: La Integración

Generalmente, cuando comenzamos a meditar lo hacemos desintegrados. Traemos una determinada consciencia del cuerpo, una limitada comprensión mental y emocional y en general poca consciencia espiritual. Aunque todas estas partes viven dentro de cada uno de nosotros, no siempre se encuentran bien integradas y atendidas, más bien suelen funcionar de manera autónoma y pocas veces se fusionan formando un todo indisoluble.

La meditación actúa como una especie de cemento que ayuda a integrar todas esas partes y todas las partes que componen, a su vez, cada una de esas partes con el objetivo de que des forma a tu nuevo Ser.

Además, la integración va más allá de la unión de esas partes. Esta fase te propone dar un salto cuántico hacia una nueva versión de ti mism@ más completa y empoderada. La meditación coloca las riendas de tu vida en tus manos para que la vivas con responsabilidad, plenitud y bajo el bienestar que te ofrecerá, la completa integración de todas las partes de tu Ser.

La meditación propulsa la comprensión

Como ves meditar va muchísimo más allá de “dejar la mente en blanco”. Cuando meditas adquieres una noción de ti mism@ que abarca innumerables aspectos de ti que antes ni siquiera hubieras considerado. Aprendes a situarte en el centro y a comprender mejor tu valor único e intransferible. La meditación te abre la puerta hacia la comprensión de la verdadera naturaleza de tu Ser.

Es posible que, dentro de la vida complicada y tan ocupada que llevas, no haya tiempo para comprender las grandes verdades que residen en ti. Muchas veces, más de las que piensas, la falta de tiempo es una simple excusa para no enfrentar el pavor que produce lanzarse al abismo de conocerse a uno mismo y que inevitablemente enfrenta numerosas vulnerabilidades, miedos y bloqueos.

La luz necesita la sombra para expandirse

Si ya has llegado hasta aquí, si ya has comenzado a meditar. No pierdas el afán por descubrir todas esas luces y sombras que habitan en ti. Iluminarse consiste en alcanzar la comprensión de la sombra y su propósito. Es así como la sombra se torna en luz. La luz necesita de la sombra para expandirse y llegar más allá. Iluminando tus sombras es como marcarás el ritmo de tu evolución.

Resumiendo

Espero que tras conocer las etapas de la meditación: la respiración, la desconexión, la sencillez/simplicidad, la aceptación y la integración, comprendas un poco mejor qué te ofrece la meditación y como puede desarrollarse para ti.

Esta estructura nace de mi observación personal y es solo un intento por resumir en pocas palabras algunos aspectos iniciales de la meditación. Aún continúo tratando de ahondar y entender lo profundo y maravilloso que es este camino. Espero que estas reflexiones te ayuden en el tuyo.

Si quieres meditar, aquí tienes las claves para iniciarte en la meditación. También puedes ponerte en contacto con nosotros si prefieres meditar y o echar un ojo a nuestras meditaciones guiadas.