La meditación para ser feliz

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La meditación para ser feliz debería formar parte de tu estilo de vida diario, de la misma manera que respiras. A pesar del desarrollo económico y tecnológico o las buenas condiciones de vida que disfrutamos en los países desarrollados, la felicidad sigue siendo un reto para la mayoría de las personas.

Parece que en ocasiones todos estos avances, merman la capacidad para ser felices y al contrario de lo que cabría esperar, el estrés laboral provocado por jornadas maratonianas, el individualismo, la pérdida del sentido de comunidad o el no tener un propósito claro, producen un descontento que termina repercutiendo en los niveles de felicidad. Sin embargo, a pesar de todo, la búsqueda de la felicidad continúa incesantemente.

Buscas la felicidad en las posesiones materiales, una casa mejor, el último modelo de coche, en la compra de todo tipo de artículos de consumo, viajes, fiestas, ocio; en las relaciones con otras personas que pueden ser de pareja o simplemente de amistad, en la familia, en el trabajo, en el status o posición social y en un sinfín de cosas más. Todo esto está muy bien, alcanzar metas es importante en la vida. Sin embargo, todo ello provoca una felicidad fugaz que generalmente dura lo que dura la novedad. Este efecto se conoce como la cinta de correr hedónica (Brickman, Coates y Janoff-Bulman, 1978). Las preguntas que surgen podrían ser: ¿cómo podemos conseguir una felicidad duradera?, ¿estamos condenados a una felicidad fugaz, momentánea?

Qué dicen las investigaciones sobre la felicidad

Los estudios sobre la felicidad, sugieren que las personas tenemos una especie de nivel o umbral de felicidad, a pesar de atravesar situaciones dolorosas, como la pérdida de un ser querido, al cabo de un tiempo se regresa a ese umbral de felicidad. Sin embargo estudios más recientes, relacionados con la plasticidad del cerebro, están demostrando que podemos entrenar la capacidad para ser felices y por lo tanto aumentar ese umbral de felicidad. La práctica hace que el cerebro cambie para adaptarse. Por tanto, aunque no podamos asegurarnos una felicidad que dure siempre, al menos, sabemos que es posible entrenarla. Desde mi punto de vista y experiencia, de entre todos los métodos posibles, la meditación es la vía más interesante para entrenar y elevar el umbral de felicidad de forma continuada.

¿Por qué la meditación para ser feliz puede ayudarte en esta tarea?

La principal razón es que la meditación te propone buscar la fuente de felicidad dentro de ti. La felicidad verdadera y duradera no nace en lo que puedas conseguir fuera, siempre está vinculada a tu realidad interna. A través de los diferentes elementos de la meditación, la postura, la relajación etc., devuelves tus sentidos hacia el interior y alcanzas un estado de silencio desde el que observar lo que sucede en tu interior y es precisamente ahí el lugar donde comienza la búsqueda de la felicidad.

Además, la meditación te ofrece un espacio para conocerte mejor, donde conectar con tus emociones, sentimientos, pensamientos a otro nivel. A un nivel sin juicio, simplemente de observación.

Por otro lado, la meditación también te da un tiempo para analizar si esa búsqueda de la felicidad, en todas las cosas externas que mencionábamos anteriormente, es lo que realmente quieres y tiene sentido para ti, o simplemente parchea o rellena algún vacío, alguna herida emocional no resuelta, alguna necesidad del ego que busca pertenecer, sentirse amado, querido, importante, etc.

La meditación para ser feliz y la conexión espiritual

Con la práctica de la meditación para ser feliz aprendes a discernir, a desliar la madeja de tus emociones y sentimientos. Poco a poco vas a eliminar todas las capas que ocultan tu verdadera naturaleza, tú verdadero yo, a la vez que elevas el nivel de consciencia que tienes de ti mismo.  En este camino te acercas cada vez más a la fuente de tu felicidad interior.

Y la realidad es que, desde otro punto de vista, toda esta búsqueda conecta directamente con tu dimensión espiritual. Esa parte olvidada que todos tenemos y a la que pocos prestan la atención que requiere. Aunque te parezca raro mantenerla en equilibrio también contribuye de una forma importante a tu bienestar.

La meditación te va a conectar con tu espiritualidad, con esa capacidad para transcender para transformarte. Desde este lugar, se produce un cambio en ti y cuando cambias las situaciones que te rodean cambian contigo y cobran un nuevo significado.

La ciencia también lo está demostrando

Pero si todo lo anterior no te convence y prefieres un argumento más pragmático, de por qué la meditación puede contribuir a  aumentar las emociones positivas y por tanto enseñate a incrementar tu umbral de felicidad,  también lo hay. Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos demostró que hay una forma de romper el umbral de felicidad que mencionábamos anteriormente y es a través de la meditación.

En esta investigación usaron un tipo de  meditación que fomenta emociones y sentimientos puramente positivos de amor, amabilidad y compasión. La conclusión es que, los participantes mejoraron sus emociones positivas, en diferentes situaciones y especialmente en la interacción con otras personas.

Además la mejora que se produce se mantiene en el tiempo, más allá del momento de meditación. Por tanto, parece que la meditación puede poner en cuestión la teoría de la cinta hedónica.

Todos estos resultados comienzan a demostrar desde un punto científico los efectos que tiene la meditación para ser feliz. Hay muchos más, pero en cualquier caso, sembrar emociones positivas a través de la meditación te transforma para mejor, contribuye a tu propio crecimiento y al aumento de tu felicidad.

El camino sencillo para ser feliz

Realmente no se requiere gran cosa para comenzar a meditar, un lugar tranquilo y el compromiso para dedicar unos minutos al día de forma continuada. Si lo prefieres y te motiva más, puedes meditar en grupo. Lo importante es que lo hagas, recuerda que vinimos a este mundo para ser felices. Siguiendo con esta idea, cada vez que meditas tienes una cita contigo para abrir el camino hacia tu felicidad y esto siempre merece la pena.