La meditación para comprender las emociones es una forma sencilla de entrar en contacto con uno mism@. Si te paras a pensarlo, a lo largo del día se producen muchas situaciones en las que intervienen nuestras emociones y sentimientos.
A pesar de ser algo tan recurrente, pocas veces dedicamos el tiempo necesario para observar cómo influyen en nosotros y como nos condicionan. Para la mayoría, las emociones son simplemente algo que ocurre, algo que “viene de serie” y de lo que no podemos escapar.
Sin embargo, si prestamos un poco de atención, podremos encontrar en ellas una maravillosa herramienta de autoconocimiento. Estar triste, apenado, alegre, orgulloso, feliz, frustrado o enfadado por citar solo algunos ejemplos de emociones y sentimientos que pueden concurrir en un mismo día es además una especie de aviso o mensaje que emite nuestro cuerpo.
Detrás de cada emoción siempre se desencadena un determinado cóctel químico que se libera por el torrente sanguino y llega a todos los lugares del cuerpo.
Todos disfrutamos con las emociones como la alegría o la felicidad, en esas ocasiones el cóctel liberado nos hace sentir enormemente bien e incluso nos proporcionan una recarga energética. Sin embargo emociones y sentimientos más densos como la tristeza, o la rabia nos drenan energía y hacen que sea más difícil avanzar con ligereza e incluso pueden llegar a limitar nuestro bienestar.
Este tipo de emociones, suelen proporcionar una fuente de autoconocimiento más importante y si nos acercamos a ellas con curiosidad, una vez transcurrido el momento su momento más efusivo pondremos en marcha el mecanismo para entender más acerca de nosotros mismos.
Comprometidos con nuestro crecimiento y evolución
Toda persona que esté comprometida con su propio crecimiento y evolución, debe comenzar a ver las emociones y sentimientos (especialmente las densas) como un campo de información al que recurrir para entender más acerca de uno mismo y de los procesos psicológicos que se desencadenan tras ellas.
Esta forma de verlas produce un cambio hacia la responsabilidad. Las emociones y sentimientos dejan de ser algo “de serie”, que de alguna manera “padecemos” y sobre lo que no tenemos ninguna capacidad de acción para convertirse en fuente de información útil para aprender a gestionarlas adecuadamente. Al dar este paso, nos convertimos en creadores de bienestar y felicidad.
De la misma manera que nos responsabilizamos de nosotros mismos si no tenemos una buena forma física y tomamos acción para hacer dieta o nos apuntamos al gimnasio, de esta misma forma debemos responsabilizarnos también de las emociones y sentimientos.
Avanzar en este camino de conocimiento, puede resultar algo complicado, principalmente por que desconocemos que pasos dar o a dónde dirigirnos. La meditación para las emociones es una buena forma de comenzar.
¿Por qué la meditación para comprender las emociones (y sentimientos)?
En primer lugar porque la meditación para comprender las emociones y sentimientos va a garantizar un espacio único y un tiempo de calidad para comenzar a ocuparnos de ellas. El tiempo de meditación supone un primer paso para enfocar la relación con nuestras emociones y sentimientos de otra forma, totalmente diferente a la habitual.
En segundo lugar la meditación para las emociones focaliza exclusivamente en ellas y no en otras áreas. Donde ponemos nuestra atención es generalmente donde conseguimos progresar. Por tanto es importante tener la intención de mejorar en este área en particular.
Ya tenemos el tiempo, el espacio y el material.
¿Por dónde comenzamos?
En primer lugar es importante que abordemos esta comprensión teniendo en cuenta dos cosas: por un lado debemos saber que comenzar un proceso de auto-comprensión emocional puede llevar algún tiempo.
Por lo tanto, lo primero es eliminar de la mente cualquier expectativa de tiempo. Hoy en día queremos que todo ocurra en un abrir y cerrar de ojos, y buscamos un alivio o una liberación instantánea. Sin embargo, en la vida hay muchos procesos que necesitan tiempo y más aquellos en los que vamos a tocar partes complejas de nosotros mismos. Poner un parche, puede ayudar pero siempre es mejor solucionar el problema desde la raíz y esto puede tomar algún tiempo.
Lo segundo es tener confianza en el proceso y en la meditación como medio para o herramienta para ayudarte en este camino de conocimiento. A medida que avances en el proceso te darás cuenta de que probablemente sea uno de los únicos métodos que funcionan, pero debes descubrirlo por ti mism@.
Las emociones y sentimientos aunque son universales, pueden tener tantas causas y orígenes diferentes que hace muy complicado ofrecer una fórmula de solución que sirva para todos. De ahí que el proceso de conocimiento deba ser realizado por cada persona en función de su realidad y circunstancias únicas y personales.
Por supuesto, siempre hay guías, acompañamiento y ayuda en el camino, pero la mayor parte de este trabajo debe hacerse de forma personal.
El proceso de aprender a gestionar el universo emocional requiere tiempo y paciencia, pero los resultados bien merecen la pena: más bienestar, más felicidad, mejores relaciones, mayor realización, conexión profunda con tu propósito y muchas otras que seguramente descubrirás si emprendes el viaje.
¿En qué consiste la meditación para comprender las emociones?
Aunque el trabajo parezca difícil, la esencia es realmente simple: traer a tu momento de meditación tus emociones.
Si observas con atención es posible que comiences a detectar en ti patrones de comportamiento y muy posiblemente detrás de ellos encuentres estados emocionales o estados psicológicos que también se repiten.
Comienza prestando atención a todo ese material que ya tienes en ti. Comienza tratando de observar que estados se repiten con más frecuencia en ti. ¿Cómo te sientes habitualmente? Como sabes somos “animales” de costumbres. Seguro que puedes identificar los tuyos.
A partir de ahí puedes comenzar a observar que tipo de circunstancias sostienen esos sentimientos y que parte de ti se involucra con ellos.
El descubrimiento emocional, en mi experiencia es muy similar al juego de las muñecas rusas (Matriuskas) o a una cebolla en la que unas capas se esconden bajo otras. Por eso la paciencia y la persistencia es esencial para progresar hasta descubrir la última muñeca o la capa final.
La meditación es la herramienta con la que profundizar y descubrir cada capa.
Meditación guiada para comprender las emociones
En THE SOURCE queremos acompañarte, guiarte y ayudarte en tu proceso, por eso hemos preparado con mucho cariño esta meditación guiada para que comiences a observar tus emociones. Esperamos que te ayude siempre que lo necesites. Si necesitas ayuda o simplemente quieres meditar, también podemos ayudarte ponte en contacto con nosotros.
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